Las competencias y los aprendizajes en un mundo globalizado

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En un mundo globalizado, todos tenemos que desarrollar las habilidades que nos permiten vivir y trabajar con éxito y productivamente. De la misma manera, debemos conseguir innovaciones para satisfacer las necesidades de la sociedad, pues los cambios en la ella son un desafío en la mentalidad del empleado. Para ello, la creatividad y el espíritu emprendedor son un punto a favor.

La competencia que destaca es la de aprender a aprender. Cuando se habla de cultura y esfuerzo hay que reivindicar también el placer, encontrándolo en el conocimiento. Para llevar a cabo esto, es importante acompañar al aprendiz a acumular experiencias y a reflexionar y dar sentido a lo que aprende. Las tareas del aprendizaje son vías de acceso a la excelencia, y entre ellas se encuentra la personalización, para conseguir voluntad en la educación básica y derrocar las barreras que llevan al alumno a ver la escuela como un espacio alejado del entorno social. Para ello debemos ser capaces de que los profesores acompañen las ganas de crecer junto a los alumnos.

Aunque los maestros y las familias sean un punto clave para el desarrollo, nosotros debemos utilizar los mejores recursos para autoregularnos de forma autónoma, porque no es más sabio el que más conocimientos tiene, sino el que mejor los sabe utilizar para orientar su vida. De esta manera podemos definir educar como un proceso por el que cada individuo, de manera voluntaria, se constituye como sujeto autónomo.

En cuanto a nuestro futuro, no debemos tomar decisiones en el análisis frío de los hechos, sino buscar la satisfacción a largo plazo, porque al fin y al cabo, lo que mueve a las personas son los deseos y los temores. Es por esto que la razón y la emoción trabajan unidas.